Introducción y datos prácticos ✏️ Diarios de Viajes de Checa Rep. z5229

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Introducción

El viaje a República Checa nos quedó pendiente en Navidad, pero los precios de los hoteles no bajaban de los 100€ largos por noche y, además en Praga, las opciones disponibles se salían del mapa, o sea que estaban no sé dónde y no podíamos ni llegar al centro en transporte público en un tiempo decente. Así que cuando decidimos que no iríamos en Navidad, ya reservamos todo para Semana Santa.

República Checa no me ha parecido un destino barato, intento mantenerme en precios del pasado y cada vez es más difícil. Aunque si lo comparas con sus vecinos de alrededor, probablemente sí lo sea. Pero el precio de los hoteles se dispara muchísimo con los mercados navideños. Hay varias opciones de vuelos low cost, que nos sitúan en la capital en un par de horas desde Barcelona.

Reservado con tiempo fuera de fechas navideñas, puede salir el viaje a un precio aceptable. Las entradas no son baratas y, además, el mismo monumento suele tener diferentes tipos de entrada, así que o te gastas el doble, o acabas teniendo que elegir una opción.

También inflan el precio de algunas entradas haciendo que sirvan para varias visitas, aunque no te interesen todas, en lugar de hacer entradas individuales y que cada uno pague por lo que quiera ver. Nuestro presupuesto era mayor en el apartado de entradas que en el de hoteles.

Moneda
Aquí tienen su propia moneda la corona checa (CZK) cuya conversión aproximada es que con €1 te dan 25 coronas. Para calcular los precios en coronas, a mi lo que más fácil me resultaba era multiplicar por 4 y quitar 00. Por ejemplo, 400 coronas = 4x4(00)= 16€. Según el cambio puede ser un poco más de 16, o un poco menos.

Como solemos hacer últimamente, sacamos efectivo directamente en el cajero automático, para pagar posibles compras en mercados y demás. Sólo nos ha hecho falta efectivo para algún aparcamiento y algún souvenir en mercado callejero.

En el mismo aeropuerto saqué 96€, ya que tenía que ser múltiplos de 200, y que fueron 2400 coronas. Además, N26 cobró una comisión de 1,73€, lo que era un 1,70%. Igual hubiera salido mejor en las casas de cambio, ya que me ha supuesto casi un 10%, pero como íbamos a cambiar poco dinero, resultó más cómodo así.

SIM telefónica
En República Checa hay roaming, así que no hemos tenido que comprar ninguna SIM/eSIM. Hemos usado nuestros datos. En cualquier caso, en los alojamientos también había wifi.

Coche de alquiler
Como solemos hacer, hemos alquilado un coche a través de Booking, que nos ha costado 130€ con el seguro extra para los primeros 5 días del viaje. Como vamos a ir a Dresden, en destino hay que pagar un extra de 50€ por el cruce de frontera.

Estuvimos valorando si dejar el coche parado en Praga durante 3 días, pero ya no sólo el coste de pagar aparcamiento, tarifa de alquiler de coche, tarifa de seguro todo riesgo… sino también el riesgo de que te lo pudieran rallar, preferimos quitárnoslo de encima lo antes posible. Así que lo devolvimos también en el aeropuerto, era muchísimo más caro devolverlo en el centro. Así ya nos quedábamos tranquilos al devolver el coche y llegamos a Praga en transporte público.

La compañía fue Rent Plus, ubicada a unos 400m a la salida de la T2, en un gran hall donde están todas las oficinas de alquiler de coches. Cuando sales del aeropuerto ya está indicado “rental car” y sólo hay que ir siguiendo los indicadores. Ya en la calle hay que ir por una especie de puente cubierto que lleva al edificio de alquiler de vehículos en el parking C y allí se va en ascensor a la planta baja. Luego en la primera planta es donde está el vehículo asignado, estacionado, que recogemos nosotros mismos.

Cuando llegamos teníamos 3 personas delante y sólo había 1 persona atendiendo, así que hubo que esperar un poco. Como suele pasar, fue muy agresivo con el tema de que, si no contratábamos su seguro, si teníamos un accidente, nos apañáramos con nuestra compañía. Su seguro costaba 90€ para 5 días, casi tanto como el alquiler entero, así que no lo cogimos.

Entre el montón de normas que hubo que aceptar, también aceptamos el pago de posibles multas. No nos pidieron el carnet de conducir internacional.

El vehículo va con la viñeta de República Checa incluida y en Alemania no hay peajes. También se entregó con el depósito lleno. Y para la devolución nos dijeron que había servicio 24h, ya que seguramente lo devolveríamos antes de la hora que establecimos.

Nosotros mismos recogimos un Skoda Karoq muy nuevo, con 30.000 km sin apenas un arañazo. Habíamos reservado el más barato, que era Opel Corsa o similar y fue un lujazo y más para nosotros que aún vamos con el coche de la edad de piedra. Tenía un montón de extras: sin llaves, cámara de aparcar, indicadores de velocidad que iban avisando constantemente de los cambios en las velocidades de la carretera, casi me lesiono el brazo intentando cerrar el maletero, que no vi que era automático, etc.

El depósito fueron 800€, de los más elevados que hemos pagado, pero miramos en otras compañías y eran parecidos, así que elegimos el coche más barato. Aquí no hubo que lavarlo para devolverlo.

Cuando lo devolvimos nos lo hicieron aparcar en el mismo aparcamiento y teníamos que dejar las llaves dentro del coche y mientras lo estábamos grabando, por si acaso, llegaron a revisarlo. La inspección fue rápida, no habíamos tenido ningún contratiempo, así que todo genial. Con el tema de las velocidades, no descartaría que pudiera llegar alguna multa en algún momento. Esto fue lo más complicado de la conducción, ajustarse a los límites de velocidad, a veces.

Conducción en República Checa
La conducción en República Checa ha sido muy diferente de la de Georgia, lo cual se agradece.

Mayormente nos hemos encontrado con que sí se respetan las señales y los límites de velocidad. No hay imprudencias y la conducción es fácil. También las carreteras lo permiten. Aquí el problema es que hay muchísimos radares y cámaras, sobre todo en muchas entradas de ciudades y en algunas zonas con velocidades muy bajas cuando el tramo de carretera permitiría mayor velocidad.

Lo que más ha costado ha sido ajustarse a sus límites de velocidad. Había muchas curvas cuya velocidad permitida eran 90 km/h, cuando parecía más realista ir a 50, mientras que otros tramos de carretera establecían 50, o incluso 30 si pasaba por pequeñas localidades, viniendo de velocidades más elevadas y que era difícil de reajustar. Y a la entrada de las ciudades había muchas veces cámaras y radares, así que parece fácil exceder la velocidad en muchos casos. Lo mismo ocurría con los túneles.

Sobre todo, en la proximidad a Praga, camino de Dresden, la primera hora de camino viniendo desde el aeropuerto avanzamos muy lentamente por el tema de las velocidades. Y deben poner multas porque todo el mundo respetaba estas velocidades, pero pasar de 90 a 50 de golpe, no era rápido.

Las carreteras están muy bien, sobre todo la zona este entre Dolni Morava-Olomouc-Ostrava y también saliendo de Brno, prácticamente fueron todo autopistas que se cruzaban entre ellas, y la velocidad aquí es de 130 km/h. Gracias a esto pudimos cumplir todos los objetivos, y eso que fueron muy ambiciosos pues hubo 2 días en los que había muchos quilómetros que recorrer y al final llegamos a todo.

Las peores zonas fueron del aeropuerto hacia Dresden, que te hace bordear Praga, por los límites de velocidad y que difícilmente puedes pasar de 30 y 50, lo cual también ocasiona retenciones. También encontramos retención a la vuelta de Dresden, en el mismo tramo. Y de Brno a Trebic y Telc y Cesky Krumlov, tienen la carretera E23 en construcción y nos iba indicando calle cortada, cada vez a menos quilómetros de distancia, y efectivamente, así fue. Unos quilómetros antes tomamos un desvío para intentar bordearlo, pero no nos desviamos lo suficiente y volvimos a salir a la misma carretera. De hecho, no indicaban ruta alternativa y cuando llegamos al final, estaba la carretera en obras y las máquinas allí en medio. Por suerte, al dar la vuelta, estaba el indicador de la ruta alternativa. Si lo hubieran puesto de cara, unos km. antes, y no del revés, quizás lo hubiéramos visto…

Como siempre, llevábamos todos los puntos marcados en MapsMe. También añado los lugares para aparcar porque, según iba leyendo, parecía que el tema del aparcamiento era costoso (ponen muchas multas) y a veces no tan fácil. Algunos cascos históricos son peatonales, e incluso hay carteles en checo que indican el uso de tarjetas de aparcamiento, por lo que preferimos asegurar y no perder tiempo buscando aparcamientos, ya que el itinerario era muy intenso.

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