Después de descansar, ya nos empezamos a preparar y llevar los tickets, empezamos a ponernos nerviosos, nuestros familiares y amigos ya están en 2016 y nosotros seguimos en el 2015, se nos hace raro y divertido a la vez.
Ellos están en el futuro y les preguntamos que tal se vive allí porque nosotros seguimos en el pasado jajajaja.
Vamos al metro y llegamos a las calles críticas que ya están todas cerradas, vamos enseñando el ticket para que nos dejen pasar y unos polis nos dicen una cosa y otros otra y vamos buscando la opción que más nos conviene hasta llegar a nuestra calle. Allí hay que esperar un poco para que te dejen pasar según el ticket que tengas y a donde vayas.
Entramos en el American’s y hay buen ambiente, nos damos una vuelta por el local y todavía no tenemos hambre pero habrá que beber algo jajajaja y aquí descubrimos un nuevo mundo de Bacardi que en España no hay. Yo me enamoro del Bacardi Mango. (este bar ya no debe existir, otro año que fuimos en fin de año quisimos repetir pero no existía y por esta zona no entraba la opción en las entradas).
Como tenemos tiempo de sobra, nos vamos a investigar por si podemos entrar a la zona del balldrop y hay que llegar hasta la calle 54 donde están dejando entrar pero desde allí no se ve la bola, la gente aún así entra porque luego en teoría abren las vallas y se puede pasar a ver la ball drop, así que decidimos volver y esta vez entramos en el Bowling para ver como son las boleras aquí, aquí ya comemos algo que sino tanto beber….. jajajajaja. Cada vez que entramos nos van poniendo más pulseritas.
Para despedir el año volvemos al American’s que hay más sitio para estar más tranquilamente y nos gusta más que en el bowling no hay bacardi mango jajajajajaja, el tiempo se va volando y ya llega la hora de la cuenta atrás, es muy emocionante todo, fin de año, estar en Nueva York y con la persona que más te importa en el mundo, es un sueño cumplido y así lo estamos disfrutando.
Gritamos la cuenta atrás y disfrutamos del confeti.
Video confeti
Después de un ratito vemos que empiezan a desalojar la zona, así que dudamos mucho que los que entraron por la 54 les hayan dejado llegar hasta aquí, nosotros súper contentos de nuestra elección y súper felices, no cabemos de gozo en nosotros.
Parece mentira que haya un millón de personas aquí y no haya aglomeraciones ni empujones ni nada estilo spain. Al metro y a dormir que ha sido un día muy intenso y mañana nos espera otro gran día.